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lunes, 3 de enero de 2011

JUEZ MANOS LIMPIAS Y DESTAPE DE CASOS DE CORRUPCION

JUEZ MANOS LIMPIAS Y DESTAPE DE CASOS DE CORRUPCION
JESUS JIMENEZ LABAN

El discurso que nos alcanzó en los pasillos el presidente del Poder Judicial, doctor César San Martin Castro es bastante claro y directo en su redacción y gerencialmente estratégico en sus contenidos.  Quiere el nuevo presidente del Poder Judicial una institución valorada, respetada y creíble a los ojos de más de dos millones de justiciables sin dejar de lado los aportes del Acuerdo Nacional y la CERIAJUS.

A diferencia de los anuncios líricos de sus predecesores, parece que –según el contenido del Discurso a la Nación- el propósito es aliviar la carga procesal para recuperar credibilidad en los procesos; redefinir las funciones del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial para modernizar su administración y gestión y acercar la justicia al ciudadano de a pie, brindando una jurisprudencia sistematizada y remontando barreras burocráticas, culturales, económicas, sociales y tecnológicas.

César San Martin es un juez que piensa como gerente –como se puede deducir de los contenidos desarrollados en su discurso y de una estrategia premial para reconocer y premiar las buenas prácticas- pero al mismo tiempo como estadista puesto que su plan estratégico y plan operativo tendrán efectos y consecuencias éticas, plenarias, logísticas e informáticas no sólo en el curso de su gestión durante los próximos dos años sino más allá de ese límite, a juzgar por la reformas y reestructuraciones que piensa hacer en la estructura viva del Poder Judicial, incluyendo la coordinación autónoma con el Consejo Nacional de la Magistratura, el Ministerio Público y el Tribunal Constitucional y la Cooperación Técnica Internacional.

Quizás el hercúleo esfuerzo –como el mismo lo reconoce- es articular un sistema capaz de reaccionar con rapidez en la lucha contra la corrupción, parte fuerte y dominante de su Plan de Gobierno.  Por ello, la impresión de muchos es que no sólo está decidido a prestar apoyo en el combate del delito cuando éste provenga de otros poderes del Estado –Ejecutivo- sino a hacer reformas dentro de la estructura misma del Poder Judicial.   Su fuente de inspiración para ello–siguiendo el mismo discurso-  es el mismo ciudadano.   Por eso anunció acciones concretas –sólo falta que las detalle en una nueva conferencia- para que la opinión pública mejore la percepción que tiene sobre el Poder Judicial.   Hay dos programas en camino –Justicia para Todos- y "Expojusticia" y un nuevo sitio web denominado “Wikijudicial”

En el acto inaugural del año judicial, el presidente de la Republica, doctor Alan García apoyó de manera pública el anuncio del máximo magistrado ante un auditorio selecto de congresistas, jueces fiscales, ministros, embajadores y empresarios, instando a la investigación de familias involucradas en narcotráfico –no hay más detalles- algo que fue comentado dentro de los muros del Poder Judicial, aunque las palabras del mandatario fueron dichas de manera pública.

Claro, además de la carga procesal, quedan aún pendientes en agenda temas importantes tales como la capacitacion de magistrados y auxiliares de justicia, mejora de los procedimientos hacia una justicia rápida y despacho judicial eficaz y con presupuesto adecuado (pedirá apoyo a OSCE y SERVIR), así como la culminación en la implementación de notificaciones, casillas y expedientes electrónicos dentro de la ola tecnológica 2.0 que abarca desde blogs, videoconferencias, redes sociales hasta wikis. 

En realidad, conviene reconocer lo que está bien hecho por la anterior gestión del doctor Javier Villa Stein:   la implementación del Nuevo Código Procesal Penal, la ampliación de la Justicia de Paz y la duplicación de la cobertura tecnológica con miras a una justicia  más predictible y menos costosa.   

Se espera pues no solo el “posicionamiento institucional de la Corte Suprema y de la Presidencia del Poder Judicial” –autonomía, independencia de jueces, calidad de jurisprudencia, sino también el control de quienes cometen delitos, la defensa de los derechos fundamentales y la garantía de seguridad jurídica y económica, promoviendo la transparencia y el acceso a la información, base de una democracia y justicia de calidad con jueces con manos limpias.  Así sea