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miércoles, 27 de octubre de 2010

TIEMPO DE DETERNERSE Y PENSAR EN EL PERU (PARTE 3)



GESTION PUBLICA
JESUS JIMENEZ LABAN

Hablábamos en el análisis anterior acerca de la importancia de trazar políticas adecuadas a la nueva realidad para asegurar la sincronización entre el Estado y la economía del conocimiento, siguiendo similares principios a la gerencia privada, tener acceso a la modernización dentro de un estándar global, la digitalización de los procesos como elemento fundamental de una reforma del Estado, la igualdad de oportunidades en la sociedad en su conjunto.

Del mismo modo, respecto de operar una reforma profunda en el aparato burocrático –que tiene gente muy capacitada pero prisionera de los procedimientos legales- y una acción de modernización del Estado teniendo como suprema preocupación el bien común para no quedar a la zaga en esta  nueva era de la prisa y de la inmediatez en la que impone un cambio continuo mediante un liderazgo público transformador.

En efecto, existen personas muy capacitadas y entrenadas en la Administración Pública –algo que no debemos ocultar ni negar- pero en medio de un montón de chatarra (leyes obsoletas, procesos, procedimientos –exigibilidad de requisitos innecesarios-) que hacen casi imposible el éxito de cualquier liderazgo transformador dentro de un sistema lento, inexpugnable y frondoso, aun cuando estos funcionarios son dotados de autoridad y poder para administrar, normar y sancionar un conglomerado de instituciones en los diferentes ejes del poder nacional, regional y local.

De este modo, los servidores públicos son prisioneros de los procedimientos –cómo firmar el papel, dónde poner el sello, qué cosa ingresar por mesa de partes y todo de manera manual, a la usanza de la Colonia y del Virreinato. De alguna manera, esto puede explicar la lentitud, la inercia de reposo y las elevadas barreras para tomar decisiones ante problemas graves, importantes urgentes, tales como terremotos, las licitaciones y concesiones en medio de una crisis financiera o en asistencia de salud, seguridad y educación. Siendo así, estamos frente a un cuerpo inerte en la sala de emergencia, cuadro en el que no se requiere de un solo cirujano sino de una junta de médicos que suministren los remedios adecuados no con el poder de una antalgina sino como la efectividad de un antibiótico.

Se trata, pues. de rescatar al Estado de una desesperante situación de postración e inmovilismo –porque su tejido jurídico se mantiene con ideas del siglo pasado- y relanzar o reconstruir todo el sistema hacia una economía de conocimiento en la era post industrial, que usa los códigos a partir de internet, uno de los tres generadores de riqueza en la historia de la humanidad, junto con el arado y la cadena de montaje en la era industrial.

Solo entonces podremos seguir las recomendaciones de Francis Fujuyama, lo cual significa migrar de un estado del tercer mundo hacia una economía del primer mundo, tal como se debatió hace poco en la Conferencia Peru rumbo al Primer Mundo de los Negocios Internacionales, auspiciado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

En realidad, no interesa tanto cómo lo hagamos –con movimiento transversal, de arriba abajo. abajo hacia arriba) sino cuándo empezamos. Cualquier iniciativa no podría pasar el pensamiento sistémico (liderazgo, visión, recurso humano, presupuesto, cronograma, procesos, tecnologías, lanzamiento etc.) para poner a todos al mismo ritmo y velocidad algo que significa disminuir la inequidad, aliviar la pobreza, generar igualdad de oportunidades, mejorar la calidad de vida, asegurando el bienestar general.

Naturalmente, ninguna política –sea pública o privada- tendrá éxito por la vía de la autarquía, la imposición, el grito y la presión, se trata de saber comunicar la importancia del paso del Estado hacia una economía del conocimiento, lograr que los operadores políticos, económicos y sociales, discutan, asimilen, capten y acepten y socialicen el mensaje y asuman el compromiso de implementar y operar el cambio - previo empoderamiento, en función de la visión, misión, metas y objetivos de un nuevo Peru de cara al Bicentenario de su Independencia (1821-2021).

Todo esto podría suponer poner al centro del problema la necesidad de educación, acceso a la información, orientación al usuario, gestión de calidad y simplificación de trámites, Así sea.

TIEMPO DE DETENERSE Y PENSAR EN EL PERU (PARTE 2)

GESTION PUBLICA
JESUS JIMENEZ LABAN

Para asumir y responder con visión, solvencia y responsabilidad social los retos del siglo XXI, resulta crucial reformar y modernizar el Estado peruano. Esto supone un hercúleo trabajo y esfuerzo por introducir al Perú en su conjunto a la economía del conocimiento. Y es, precisamente, lo que no se está haciendo, por ausencia de un liderazgo social que ponga en movimiento al país en camino hacia una moderna y creíble modernidad al servicio de las mayorías.

Obviamente, cuando hablo de reforma del Estado (transformación total adecuada a una nueva realidad) no me refiero a un fenómeno similar a la descentralización del año 2002 que amplió la noción del Estado como unitario, representativo y descentralizado. Tampoco estamos hablando de una modernización del Estado, (conjunto de procesos y acciones adecuados a una mejora), tal como se ha hecho hasta ahora, un conjunto de parches que no ha tenido ningún efecto en el tránsito de sus estructuras hacia una economía del primer mundo.

Vale recordar, en la historia económica se ha defendido la existencia de un estado robusto para auspiciar las políticas industriales, idea que está en desuso desde hace mucho tiempo. La realidad quiso que se implemente en el país el Consenso de Washington –como en muchos otros países- lo cual significó una corriente de privatizaciones, concesiones, responsabilidad fiscal, menor endeudamiento y profundización de la democracia dentro de un estado de derecho, entre otros puntos. Los cambios casi siempre se han dado en función de los ciclos económicos.

En esta nueva era de la prisa y de la inmediatez, se requiere un estado moderno, global, ágil, ahorrativo y transparente con acceso a información y en alianza estratégica con otros Estados –como podría ser con Bolivia, Chile, Brasil, Ecuador y muchos otros del mundo vía acuerdos de promoción comerciales (TLC) – en procesos de integración regionales, hemisféricos y mundiales para aumentar la oferta exportable, conseguir crecimiento, desarrollo con calidad de vida de las naciones.

En realidad, vivimos tiempos en los cuales los organismos internacionales, los documentos de trabajo y las mentes más lúcidas ponen el acento en la equidad social, el desarrollo humano y la modernización a través de infraestructura de telecomunicaciones, los rieles de la globalización, un fenómeno eminentemente financiero. Como prueba de lo antes dicho puedo presentar aportes desde el PNUD con su último “Informe sobre desarrollo humano”, pasando por “La Hora de la Igualdad, brechas por cerrar y caminos por abrir” (CEPAL 2010), el “Replanteamiento dela Función del Estado” del Banco Mundial hasta “Las Políticas de Empleo” de Peter Diamond, Dale Monrtensen, Christopher Pissarides que comparten el Premio Nobel de Economía 2010.

Palabras más, palabras menos, todos hablan de lo mismo: la pobreza, el empleo y las formas de modernizar y digitalizar las estructuras de los Estados, asegurar el bienestar social para conjurar los peligros del atraso, la violencia y el estancamiento y la corrupción.

Entonces, los cirujanos del Estado peruano tendrán –más temprano que tarde- hundir el bisturí en el corazón del problema: qué hacer con la burocracia. Por supuesto, estas reflexiones no pretenden hacer una crítica ácida contra los empleados públicos, sino más bien de aportar algunos elementos para hacer una prospectiva de cómo solucionar el problema recogiendo las ideas y propuestas de muchos. Hay quienes dicen, insisto, por ejemplo, que cuesta menos construir una nueva que recomponer la antigua (continuará).

martes, 26 de octubre de 2010

PONIENDO A CAMINAR A TODOS AL MISMO RITMO Y VELOCIDAD

¿PUEDE SER EL PRIMER MUNDO NUESTRA PAREJA DE BAILE?
JESUS JIMENEZ LABAN

Las enormes mejoras y avances en el sistema educativo de Finlandia, Corea, Singapur y Malasia despertarían la sana envidia de cualquier peruano.  Indistintamente, es la educación el gran motor de las transformaciones en estos países, incidiendo en el crecimiento, la mejora de la calidad de vida, el despegue de la ciencia y tecnología y, por consiguiente, la innovación contínua como blindaje de la competitividad en los negocios internacionales.

Como la rueda pinchada de un coche, la educación está en crisis.  La educación continua, la especialización, los convenios educativos con universidades del exterior, las carreras técnicas y los centros de innovación se han puesto de moda como líneas de defensa para resistir esa crisis, pero no es suficiente.

Mientras en el Perú conservamos el monopolio de la mala calidad de su educación –algo ciertamente muy triste  reconocerlo- albergamos en las aulas a estudiantes que no entienden lo que leen y a universitarios sin método científico ni criterio dialéctico para acercarse a la verdad con renovados bríos por  la investigación, ni mucho menos con la voluntad para asumir un compromiso con el país, en otras partes del planeta la educación marcha de la mano con la nutrición de los niños,  las necesidades de la empresa –en tanto generadora de empleo y de bienestar social- la superespecialización (Ej. consultora en conflictos mineros o en huecos microscópicos para embolsar verduras)   y la innovación como aporte a la generación de patentes, expansión de la propiedad intelectual y generación de conocimiento nuevo que es lo que mueve al mundo.

En la historia económica  sólo tres factores se reconocen como generadores de riqueza.   Alvin Toeffler en su obra “La Revolucion de la Riqueza” nos recuerda que éstos fueron el arado, en la edad antigua; la cadena montaje con la revolución industrial e internet, en la sociedad post industrial.  De manera que así como la cadena de montaje trajo al mundo los horarios, la producción en serie, el turno de trabajo y la figura del empleo, del mismo modo esta nueva era trae sus propias características, principios, procedimientos y formas.

Como apuntan las Naciones Unidas el futuro del trabajo depende del desarrollo de la infraestructura de las telecomunicaciones.   A más redes, sistemas y tecnologías de información y comunicación, habrá más desarrollo de contenidos para dinamizar –con gente capacitada que asuma los nuevos retos- la actividad productiva y la economía del conocimiento.  Se trata de un mundo donde habrá más trabajo, pero la gente trabajará menos en sus propias oficinas porque todo o casi todo estará centrado en el teletrabajo, el retorno de la fabrica al hogar,  en la autogestión, el autoempleo o la ayuda para la autoayuda.

Como el cambio que se necesita debe venir desde adentro o de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo –según el tiempo y el espacio de las instituciones- y nadie hace nada porque así sea, entonces han encontrado la puerta abierta las organizaciones no gubernamentales para ayudar en esta tarea de mejorar el país.  De este modo, existen ONGs operando en los partidos políticos y sus dirigentes,  la prensa y sus periodistas, el medio ambiente, el Poder Judicial y los derechos humanos, pero lo que se requiere es reconstruir el sistema en su conjunto para poner a caminar a todos al mismo ritmo y velocidad teniendo como norte los intereses supremos del Perú.

Hoy en dìa, es un poco lo que puede lograr con un Poder Ejecutivo con licitaciones que reclaman velocidad, ahorro, transparencia para la obra pública y que por razones presupuestales o de otra índole no protege ni hace cumplir la seguridad ciudadana  porque tiene a la policía incomunicada por falta de equipos para cumplir su misión o a las las fuerzas armadas en inferioridad tecnológica para combatir el terrorismo y el narcotráfico.  Qué podemos hacer con un Poder Legislativo que hincha de leyes el país en un estado que camina muy lento y un recurso humano indiferente y resistente a la crítica.  El problema no se soluciona con más leyes sino que se cumplan efectivamente las que existen.   

Sólo miremos cuánto tiempo ha pasado para aprobar o modificar las leyes vinculadas a la regionalización, la descentralización, el medio ambiente y el desarrollo sostenible,  las telecomunicaciones, la banca, las inversiones, la energía sin contar las que quedan por actualizar que tienen que ver con la propiedad intelectual, las patentes y las marcas, el acceso a la información como base de la transparencia en una democracia y el derecho a la intimidad, entre otras iniciativas.  

Ni que hablar de un Poder Judicial que trabaja con jueces, fiscales, procuradores y abogados capacitados para estar a la altura de la modernidad, pero con expedientes pegados con hilo y aguja en gran parte de la República y la enorme carga procesal que demora los juicios.  Justicia tardía no es justicia. La notificación electrónica, la oralidad en los procesos penales en los nuevos códigos, y la jurisprudencia coherente como base fundamental de una justicia previsible, son sólo parches en un sistema que requiere una reforma profunda al servicio del justiciable, es decir, todo aquello a que aspira el derecho positivo en camino a la justicia.

Junto con ello, los valores están ausentes en muchos niveles de la vida nacional, los sindicatos han perdido poder y han sido desplazados por las ONGs.  Miles de ancianos mueren sin protección en estado de miseria y una gran mayoría de familias en el Perú no ha conocido nunca lo que se llama bienestar.

Ya lo advirtió el politólogo norteamericano Francis Fukuyama, autor del best seller “El fin de la historia” (1992) cuando dijo en su reciente visita a Lima que no intentemos ser una economía de primer mundo si seguimos siendo un estado del tercero mundo.   Esta urgencia de modernización del estado, automatización de los procesos y encaminamienmto del Estado mismo, la Sociedad y la Empresa hacia una economía de conocimiento, es la que tienen que entender todos: gobernantes, gobernados, educadores, filósofos, sindicalistas, campesinos, legisladores, políticos, empresarios, policías, militares, deportistas etc. Y preguntarnos todos:  ¿Puede ser el primer mundo pareja de baile del Perú?
   

TIEMPO PARA DETENERSE Y PENSAR EN EL PERU

DEL GRUPO DEL PROYECTO AL TRABAJO EN EQUIPO
JESUS JIMENEZ LABAN

Asistimos a una nueva época, la era de la prisa.   Es el tiempo también de los contenidos y del conocimiento que nos hace ver que quien no tiene experiencia, no existe.  Muchos desayunan con las noticias CNN, el periódico The Wall Street Journal o las noticias ampliadas de la radio sobre la próxima caída de la bolsa, las cuentas dudosas de las empresas o el relajo de la seguridad, una característica de la economía del conocimiento, las telecomunicaciones y las tecnologías de información y comunicación, los rieles o las superautopistas de la globalización.

Pero, en medio de estas labores, hay una sentencia para todos: “¡INNOVAR, o MORIR!”.   Tenemos que correr a mil por hora para no ser desplazados por el mercado.

En esta batalla por llegar primeros al conocimiento nuevo y siendo la globalización un fenómeno eminentemente financiero, la gente quisiera que le pongan un chip en la cabeza para estar al día en los cambios de las tasas de interés, las ganancias de las acciones o la quiebra de nuevas empresas.   No cabe duda, el mundo se está volviendo más veloz y cada vez más interdependiente.  Tanto que cuando un mercado financiero se agripa, todos los demás estornudan.  Es el momento de la rapidez y de la vida virtual, la “second life”.  De manera que quien no llega a tiempo, pierde el tren del progreso y de la prosperidad.  

Abundan los casos en los que unos suben por el ascensor mientras que otros todavía lo hacen por las escaleras.   Estos últimos son los condenados a quedar rezagados como payazos apiñados en un bus.  Y esto es cierto tanto para personas y empresas como para los Estados. 

Si alguien preguntara ¿qué tan bien está Perú cuando tiene que moverse al ritmo de las potencias industriales?   Para nadie es un secreto que la respuesta sería que el Perú es lento –todavía muy lento- de cara al resto del mundo post industrial.  Y es que el país todavía no corre sino camina lento o renquea, pero eso no es lo ideal a la altura de un mundo global.   De manera que no nos engañemos cuando solamente hablamos de una economía sólida, buena acumulación de reservas, déficit fiscal,  Inflación, deuda externa bajo control y estabilidad cambiaria. Como decía el poeta César Vallejo, “…hay todavía mucho por hacer”.

La economía está creciendo demasiado rápido, `pero eso no guarda sincronía con un estado que sigue anquilosado –casi esclerótico- en los primeros años del siglo XX, salvo raras y honrosas excepciones.  Es usual echarle la culpa a la burocracia, pero ésta en sí no es mala.  Lo que pasa es que su sistema está envejecido y ya no aguanta más.  Hay quienes sostienen que costaría menos poner en marcha una nueva que clausurar una vieja.  Y es que lo se quiere es  migrar del "grupo de proyecto" al "trabajo en equipo", el paso del sueño a la acción como transición fundamental a crear una nueva estructura de cara al mundo moderno.

Entonces tenemos aquí un tremendo problema de sincronismo, un desfase en el tiempo entre la economía, el Estado que no funciona y una sociedad sin igualdad de oportunidades por razones distribución de recursos, calidad de educación o de asimetría en el acceso a la información, lo cual supone formación, capacitacion y entrenamiento del recurso humano en función de lo que demanda la globalización y la sociedad de la información.  Lo que está por ocurrir en el Perú es el paso del muslo a la inteligencia, siempre y cuando haya voluntad de cambiar las cosas.

Paradójicamente, la gente que está involucrada en el problema y que probablemente puede ser parte de la solución, no tiene tiempo para detenerse y pensar en estos detalles.   Es cierto que existen profesionales que han cambiado su modo de trabajar, pero la ley, las estructuras y los procesos siguen siendo lentos.  Por eso, el reto de los próximos años es hacer a un lado un montón de chatarra y poner a caminar a todos al mismo ritmo y velocidad pero al mismo tiempo colocar filtros para no terminar sobornando a la gente para que trabaje como ha pasado en economías planificadas.    

Entonces, lo que aquí en el Perú falta es un equilibrio entre sincronización  y desincronización.  Es el mismo problema –aunque en otras proporciones- que tienen las grandes potencias Estados Unidos, China, Japón, Reino Unido y la Unión Europea, pese a su crecimiento y desarrollo.  La fórmula es simple, pero su implementación compleja.  La urgencia es tener una economía de avanzada, pero se necesita una sociedad de avanzada.  

Lo que está fallando en el Perú es lo segundo y  remedios efectivos para el corto, mediano y largo plazo son la educación,  volver veloces las estructuras políticas en sincronía con la economía del conocimiento y construir un país competitivo con más centros de innovación e impulso a la ciencia y la tecnología.  Empecemos por romper las estructuras obsoletas y carentes de objetivos. 

lunes, 25 de octubre de 2010

LINEA DE DEFENSA PARA RESISTIR

LINEA DE DEFENSA PARA RESISTIR GUERRA DE DIVISAS
JESUS JIMENEZ LABAN

Realmente hay que celebrar cuando vemos empresas efectivamente prósperas enlistadas entre las seis mil mejores del mundo y muestran un crecimiento exponencial en el precio de sus acciones.  Del mismo modo hay que felicitarse cuando los capitales extranjeros se instalan en nuestra región porque les da sensación de estabilidad, rentabilidad y de futuro, sobre todo cuando vemos inversiones interandinas que se dan impulso recíprocamente en sus países.  Siendo una región estable no debe extrañar que muchos capitales se instalen aquí espantados por la crisis en un estado de “wait and see” (esperar y ver qué pasa)
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En medio de esta euforia de flujos de capital, el Perú es visto como el nuevo Jaguar de América.   Y la verdad nos debemos enorgullecer de que así sea, en virtud de sus probados fundamentos macroeconómicos y que la situación del país mejore aun con estabilidad jurídica y un estado constitucional de derecho.  Quién lo hubiera creído!.  Ahora Peru y Chile tienen superávit fiscal mucho más estable que las espaldas financieras de Brasil y Colombia.

Sin embargo, aun cuando exhibimos un blindaje más sólido que muchos vecinos en la subregión, es bueno fijarse en eventuales puntos críticos de riesgo.  Esto, por supuesto, tiene que ver con las tendencias especulativas que se ciernen sobre los mercados de la región, de lo cual hacen eco los principales medios financieros, incluso recuerdan el efecto tequila en México (1994)   Y esto debido a que, como se dijo, los capitales vienen de mercados inestables.  Hay economistas que alertan sobre una burbuja orientada hacia activos hipotecarios, viviendas, bonos soberanos y bolsa.   El reventón  se daría cuando estas inversiones –después de haber invertido en activos- se retiren cuando las economías de donde proceden, se recuperen como puede pasar en los mercados estadounidenses. asiático o europeo.

Si bien es cierto América Latina es vista como un gran refugio, no está libre de la influencia que ejerce sobre ella lo que se conoce ahora como “guerra de divisas”, fenómeno por el cual las monedas locales se vuelven más fuertes que el dólar, patrón monetario de los negocios internacionales.    Parecería que tener un sol fuerte nos beneficia, pero la realidad es que tener un dólar deprimido trae por los suelos a las exportaciones porque pierden competitividad en el mercado internacional.  

El fenómeno es mundial tal como demuestran las apreciaciones de Rusia (80 por ciento), Turquía (50 por ciento), Sudáfrica (40 por ciento) y Brasil (50 por ciento).   Nuestro vecino ha intentado sin resultado impuesto al tipo de cambio o  poner controles a los capitales extranjeros, cosa que no aconsejan poner los analistas en el menú de estrategias de la línea de defensa para resistir la crisis.   Por ello, quizás,  Chile se aleja de los controles, Perú interviene y mueve los encajes, en tanto que Colombia acelera acumulación de reservas.
  
En esencia, teniendo en cuenta que los países –presumiblemente Japón y China que acaba de elevar sus tipos- no están dispuestos a escuchar los mandatos de la próxima reunión G-20 –a realizarse en Corea, porque el problema no se reduce a tipos de interés sino al comportamiento del ahorro, según calificadas opiniones.  Entonces, lo que recomienda un staff de expertos es reducir tasas de interés, acumular reservas y reducir gasto público, pero de ningún modo control de capitales. Claro lo ideal, -siguiendo el criterio de estos economistas- es más depreciación del dólar y más apreciación del yuan lo cual supone en cierto modo dejar flotar la moneda y hacer ajuste fiscal, pero hay muchos que creen que  esto no se va a hacer porque todo el mundo quiere exportar.  


El problema es que si todos deprecian para alcanzar competitividad en sus exportaciones, el efecto podría resultar en un horroroso proteccionismo porque las depreciaciones necesitan siempre de una contrapartida.

Ahora bien, los mercados están en cierto modo tranquilos.  Pero todo el mundo se pregunta ¿qué pasará después del 3 de noviembre cuando la Reserva Federal de Estados Unidos decida una nueva ola expansiva?   Enfocados en los efectos, los expertos creen que la medida sería un golpe para las economías emergentes en el corto plazo y un boomerang para Estados Unidos.  Quiérase o no, parece ser que asistimos a un reacomodo de los mercados.   Si las economías industrializadas no nos compran nuestros productos y servicios por sus enormes limitaciones, no sería de extrañar si empezamos a colocar de manera frenética en nuevos mercados nuestras artesanías, confecciones, textiles, joyería y productos agroindustriales.

De manera que los ojos pueden estar puestos –si no está ocurriendo ya-  en el potencial de una integración  comercial que van desde un contexto  interandino a través de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el Mercado Común del Sur (Mercosur), Unión Sudamericana de Naciones (Unasur)  a  otro centroamericano a partir del Arco del Pacifico con la mirada puesta en el Sudeste asiático, por lo menos para compensar en algo el impacto de la merma de exportaciones hacia los mercados tradicionales que consumen nuestras materias primas en su gran mayoría y productos de valor agregado para dejar de ser primarios.  Estamos en la cuenta regresiva, queda poco tiempo para la acción y la prevención contra un reventón. 

domingo, 24 de octubre de 2010

POR EL MAR DE GRAU

SALIENDO POR EL MAR DE GRAU
JESUS JIMENEZ LABAN

Es un gesto relevante de estrechamiento de relaciones entre Bolivia y Perú –dos pueblos hermanos- y un paso de integración comercial la creación de un enclave marítimo de 5 kilómetros via Boliviamar facilitando al país altiplánico la ansiada salida al Pacífico, en tanto continua sus negociaciones y futuros acuerdos con Chile para su salida soberana por el corredor de Arica. 

En el marco de este acuerdo el Perú cedió a Bolivia una zona portuaria de libre comercio, una concesión con derecho a uso por 99 años en el puerto de Ilo, a 160 kilometros al norte de Tacna, lo cual se complementa con el acceso a la compra de propiedades como lo tiene cualquier inversionista extranjero asi como  la creación de una escuela naval, la navegación de buques de instrucción y puerto de embarque y desembarque, según fuentes familiarizadas con la situación.


Aunque este acuerdo ampliatorio y complementario de Boliviamar -que se retraso por cuestiones viales y politicas- no significa una salida soberana hacia el Oceano Pacifico , es un  relanzamiento para dos países que inexplicablemente estaban distanciados en frias y tensas relaciones sin tener de por medio contencioso alguno.  

Como se sabe, Bolivia perdió su acceso al mar como consecuencia de la Guerra del Pacifico  a fines del siglo XIX por lo que negocia intensamente para recuperar su posición marítima.  

La reacción de Chile no se ha hecho esperar.   Algunos políticos chilenos – a los que nuestro Canciller Jose Garcia Belaunde califico de boca suelta en un sintonizado programa radial- han calificado de intruso al presidente Alan García.  Dicen en las paginas del diario La Tercera que es una forma de ejercer presión en las negociaciones del corredor de Arica, lo cual reportó la prensa electrónica.  En realidad, siguiendo varias opiniones, lo que al parecer les preocupa es el antecedente.  Cuando se formo en 1992 Boliviamar, Chile tuvo que ceder en el tema de acceso de propiedad, algo que el ex presidente boliviano Jaime Paz Zamora califico de “golpe al hígado”.


Por eso, según el ex mandatario boliviano, se cree que Santiago hará nuevas concesiones. Pero hay que recordar que soberanía en la salida al mar por Chile es un término que no acepta Santiago aunque sì concesiones,  cesiones temporales de terrenos,  salidas más intensivas por sus puertos, sea a través Arica o Iquique para el impulso de las exportaciones del pais vecino. 

Bolivia necesita de puertos para exportar su productos –principalmente gasíferos y minerales-.   Tiene ahora Ilo como punto de embarque y desembarque dentro de una zona franca para desarrollar actividades comerciales, industriales y turísticas.  Como resultado de esta decisión, hay quienes creen que Iquique, por ejemplo,  puerto al norte de Chile, podría ver mermado su flujo comercial y sus ingresos.  

Ahora bien, la diplomacia peruana ha aclarado en más de una oportunidad que este acuerdo entre Perú y Bolivia no tiene nada que ver con el corredor de Arica, salida soberana al mar que Bolivia negocia con Chile, a la que Perú no será obstáculo, según el Canciller peruano Garcia Belaúnde.   Perú sólo quiere que se respete las servidumbres contempladas en el Tratado de 1929. 

sábado, 23 de octubre de 2010

TODOS VUELVEN

¡DERECHO AL VOTO PARA PERUANOS EN EL EXTERIOR!

JESUS JIMENEZ LABAN

¡Qué cosa tan sorprendente la de los inmigrantes peruanos!  Son tan peruanos como nosotros y, sin embargo, no se conocen entre ellos, no mantienen enlaces de trabajo ni están debidamente representados por autoridades peruanas que se preocupen  por ellos.   Si esto es así, no existe integración entre los peruanos en el exterior, ni oportunidades de desarrollo entre los propios connacionales y no son tenidos en cuenta por los políticos en sus demandas, necesidades y urgencias. 

¡Esto no puede ser!  Pero es…, comentan muchos.  Claro, lo que escribo es el reflejo de lo que escuché en el Día del Peruano Residente en el Exterior -18 de octubre por Decreto No 060-2006-RE que se celebró en el Congreso de la República del Perú.  Confieso que fue en este encuentro cordial entre peruanos donde escuché por primera vez -supongo es el caso de muchos peruanos- acerca de la existencia de la Oficina de Derechos de los Peruanos en el Exterior que maneja la Cancillería del Perú que prometió esta vez ejecutar políticas adecuadas en materia migratoria, lo mismo que la Organización Mundial de la Comunidad Peruana que reconoce la falta de lazos laborales entre peruanos que viven en el extranjero.    Por su parte, los Consejos de Consulta de la Comunidad del Norte de California (EU),  tuvieron la valentía de señalar que los peruanos aun no se sienten representados.  Y es que para quienes se dieron cita en esta celebración  la Misión Consular Peruana en el exterior no es del todo eficaz y oportuna.  

Como muchas cosas importantes en la administración pública, lo usual es que se toque el tema el día de los festiejos y durante el resto del año quede todo sepultado por el polvo del olvido.   

Sin embargo, muy otra seria la suerte de los peruanos en el exterior, sobre todo si el Congreso llegara a aprobar la creación de un nuevo distrito electoral para abarcar a toda esta gente valiosa, corajuda y emprendedora.   Pero parece que un distrito electoral asusta a los congresistas que quieren eternizarse en una curul porque ello –según varias opiniones- genera temores de dispersión del voto.
Quiere esto decir que para que un peruano residente en el exterior postule al Congreso del Peru hay que acreditar –salvo mejor parecer- domicilio dentro de un distrito electoral –cualquiera de los que contempla la ley- algo que increíblemente no se puede hacer en el exterior, a pesar de que viven en exterior alrededor de  3.5 millones de  peruanos, caudal más que suficiente para determinar una campaña presidencial.   Sorprendentemente, los peruanos en el exterior no tienen derecho al voto.

Se cree que si existiera una bancada de peruanos en el exterior como representación constitucional y legal dentro del Congreso peruano, la atención de millones de peruanos en el extranjero sería mucho más eficiente y oportuna como manda la ley.   porque no puede haber diferencias entre peruanos por razón de ubicación geográfica de manera que a todos les asisten los mismos derechos.  Aun así estamos lejos de una mayor y cercana representación.
  
Con todo, hay que reconocer el esfuerzo de Hildebrando Tapia de crear hace tres años la Comisión Especial de Peruanos en el Exterior que funciona como un sub capítulo de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Congreso, un paso en la tarea de recoger las preocupaciones, inquietudes y propuestas de los migrantes peruanos que brillan afuera con su tenacidad y esfuerzo para crear un mejor nivel de vida a sus familias. ¿Que esperamos para reclamar un derecho justo en favor de nuestros connacionales?     

TODOS VUELVEN

LA IMPORTANCIA DE LA INTEGRACION DE LOS PERUANOS EN EXTERIOR


JESUS JIMENEZ LABAN

Resulta interesante pero no menos conmovedor escuchar los testimonios vivos de peruanos radicados en diferentes puntos del mundo.   Digo interesante por cuanto son peruanos valorados y respetados que nos dan prestigio en el exterior y destacan en distintos campos desde la música, el arte, la empresa, la ciencia y la tecnología.  .    Y digo conmovedor porque pese al éxito, el reconocimiento a su talento y el orgullo peruano que despiertan en el extranjero, todos –casi todos, mejor dicho- tienen nostalgia profunda por el Perú, son marcados por el rigor de la sobrevivencia y quieren volver al Perú, más aun ahora que el país se muestra al mundo más estable y serio en términos económicos y jurídicos.

Como testimonio de ello quisiera citar a Arturo Barrientos, ganador del premio Emmy en música, quien considera al Perú como un país incomparable “en calidad, fraternidad y libertad”.  La destacada empresaria Rossi Cerna otra peruana de reconocido éxito  quien dijo hace poco que “estar fuera del Peru le ha significado mucha nostalgia y sentirse como en una cárcel dorada".   Por último, José Ramírez, residente en Alemania desde 1989, que destaca el conflicto socio cultural como una enorme barrera y cuenta el tremendo esfuerzo que significa para un peruano vivir en tierra lejana..  

Claro, existen profesiones que sólo se pueden ejercer en otro país  porque no hay oportunidades en Peru para desempeñarse –por el momento- con su profesión.  Tal sería el caso de Mariana Bernui Aparicio, destacada bióloga médico molecular que reside en Pensilvania, Estados Unidos. 
 
Así como Arturo, Rossi. Mariana y Jose muchos peruanos en el exterior son embajadores del Perú porque difunden los valores culturales de nuestro país y le dan prestigio con sus éxitos y no les falta razón,  pero lamentablemente no tienen representación política.     Es decir, salvo el caso de una eventual mesa de transeúntes en tiempo de elecciones, ellos no tienen capacidad de elegir ni ser elegidos porque no existe para tales efectos un distrito electoral creado desde el Congreso de la Republica del Peru.   

Guillermo Rouse, residente en Canadá, ha planteado  la creación de la Región Peru para que nuestros connacionales tengan derecho al voto, pero además facilidades consulares para el envío de remesas menos onerosas sin intermediarios (empresas) que, según su opinión expresada en el Congreso, “hacen grandes negociados”.  

Queda claro que la política exterior y la agenda legislativa deben enfocarse en la integración de estos valorados y respetados peruanos, algo que debe pasar por la vinculación  -trabajo, educación y empresa- , oportunidades de desarrollo personal, profesional y corporativo teniendo como contraparte a los peruanos que residen en el exterior y hacer que la Ley del Retorno funcione en el Peru con políticas adecuadas y bien implementadas.    

¿Por qué no se hace nada si es una necesidad tan obvia e impostergable?   ¿Qué intereses hay detrás si los hubiera?  ¿Por qué no profundizamos los acuerdos comerciales recién suscritos para tender un puente entre peruanos en el interior y peruanos en el exterior?  La respuesta tiene una sola palabra: decisión.

CRISIS FINANCIERA

LOS PRIMEROS ESTRAGOS DE LA CRISIS
JESUS JIMENEZ LABAN

Cuando el gobierno recorta un derecho laboral en un país europeo como Francia, los sindicatos hacen cuestión de estado.   Esto es lo que está pasando en el país galo cuando los gremios protestan en contra de Nicolás Sarkozy por la iniciativa de ley a la que dio luz verde la cámara diputados en setiembre y que recién aprueba el senado para atrasar la edad de jubilación de 60 a 62 años entre quienes hicieron regularmente sus aportes y de 65 a 67 años entre aquellos que tienen incompletos sus contribuciones.

En efecto, en uno y otro caso dos años parece una nimiedad y hasta desproporcionada la reacción  de los protestantes o manifestantes, esta vez trabajadores y estudiantes.   Pero la protesta en sí no es por la edad para recibir una pensión.   La cosa parece ser un retroceso laboral, que podría significar el inicio de una reversión de los derechos constitucionales y al mismo tiempo una clarinada de alerta para otros países que forman parte de la Unión Europea.

Es a todas luces la alerta temprana de que empieza a cuestionarse -incluso en sectores socialdemócratas-  el estado de bienestar –Welfare State- ese paraíso social que vive casi todo el Viejo Mundo con sueldos decentes, gratificaciones, horas extras, largas semanas de vacaciones, becas en el extranjero y pensiones jugosas, entre otros incentivos laborales.  

Pero al mismo tiempo es un claro mensaje de que la crisis financiera corroe las estructuras sociales y empuja a los gobiernos a ajustarse el cinturón para mantener alejados los problemas del déficit fiscal (los tiempos aconsejan no gastar más de lo que se gana), endeudamiento (controlar los impulsos populistas) y una espiral inflacionaria (que se evita con reducción de gasto público) , fenómeno que se puede complicar con el resurgimiento de proteccionismos si es que las economías de los países industrializados no saben manejar sus problemas cambiarios, de apreciación o depreciación de monedas.   

La inminente aprobación de medidas de expansión por la Reserva Federal de Estados Unidos -prevista para el 3 de noviembre- y la pesadilla de una burbuja financiera -a partir de bonos, hipotecas y bolsas- es lo que quita el sueño a los mercados, sobre todo desde que Japón y China no están dispuestos a escuchar los mandatos de la próxima reunión del G20 que se reúne en unas semanas en Singapur.  
 
Como en tiempos de globalización somos un mundo interdependiente, no es de extrañar que lo que pasa en Estados Unidos se sienta en Asia y lo que ocurre en esa región repercuta en la Unión Europea.  Y América Latina en su conjunto no es la excepción aunque temporalmente se ha convertido en el refugio de capitales que pueden apreciar las monedas locales en desmedro de las exportaciones.   Aunque no hay una receta única Perú y Chile no aplica controles, a diferencia de Brasil y Colombia que no tienen las misma solidez fiscal que los primeros..  

Entonces con una desaceleración económica en marcha es obvio que la demanda se contraiga, fenómeno que puede afectar los precios del petróleo.   La Organización de Países Exportadores de Petróleo OPEP –que Irán luego de ceder Ecuador la presidencia pro tempore, se siente cómoda con una cotización de 70 a 80 dólares el barril.  Sin embargo, algunos países como Irán, Ecuador y Venezuela, se sienten tentados de aumentar los precios del crudo para cubrir sus brechas fiscales, según varios analistas.  Sea como fuere, según varias opiniones, Arabia Saudita -dueña de una produccion diaria de 12 millones de barriles- juega un rol importante.    

Aún es temprano para hacer pronósticos.  Sin embargo, todo es interdependiente en tiempos de globalización.  Si uno se agripa, otros estornudan.   La cosa no es para reir.  Habrá que ver.