MALESTAR POR FALTA DE DINERO Y COMO ACABAR CON EL
JESUS JIMENEZ LABAN
La gente trabaja para ganar dinero. Es el caso de un “dealer” que usa financiamiento, compra autos en el exterior y los vende en el mercado local. De este modo, los negocios se organizan y planifican para generar riqueza y beneficiar a otras personas. En realidad todo el mundo persigue una utilidad a cambio de un esfuerzo. Ejemplo, el joven que desarrolla software y cobra por la venta los contenidos, las largas horas que empleó en producir el servicio.
Por eso, ejerciendo un liderazgo empresarial buscamos también generar suficientes beneficios para recuperar lo invertido, rentabilidad, obtener más ganancias que pérdidas en un campo determinado. Esta sería la lógica de cualquier banquero –comprar barato y vender caro- y la de un hombre de negocios que persigue el lucro. No hay negocio que no persiga el lucro, es totalmente legal aumentar el patrimonio de una persona o de una empresa..
En los últimos meses –por mis actividades profesionales- me he reunido o comunicado con inversionistas vinculadas a la banca, infraestructura, construcción, telecomunicaciones, desarrollo de software etc. Unos quieren traer sus capitales al Perú. Otros, que sean los peruanos que pongan los suyos en el extranjero.
Ambas partes están en lo correcto. Pero con las últimas movidas que se han dado en los mercados internacionales, la fisonomía de los escenarios es distinta, lo que obliga a repensar las estrategias. Por ejemplo, se dice que la inyección progresiva de 600 mil millones de dólares –nuevo programa de estímulo monetario por parte de la Federal Reserve Board de Estados Unidos- convertirán a la región en una plaza apetitosa, aunque muchos expertos coinciden en los efectos negativos de la medida.
Sin embargo, está visto que esos capitales apuntarán hacia Brasil, Rusia, India y China (BRIC), pero “alguito” caerá en el mercado local, para lo cual –sea coincidencia o no- se acaban de fusionar las bolsas de Lima, Santiago y Bogotá. La idea de la Reserva Federal es bajar los intereses en un horizonte de la largo plazo por lo que las bolsas han comenzado a registrar subidas en los precios. Definitivamente, si alguien quiere conseguir dinero barato, las nuevas alternativas de financiamiento están en el mercado de valores, cuya rentabilidad –caso de la Bolsa de de Valores de Lima que se mantiene como la mas rentable de la región y la quinta en el mundo.
Usualmente, cuando empezamos un negocio lo hacemos con capital propio, de los familiares, de los amigos o con un préstamo bancario poniendo como garantía propiedades. Incluso, se usa con frecuencia el aumento de capital, la reinversión de utilidades y los “joint ventures”, pero esto no es suficiente ante un escenario global en dura competencia. Por décadas la Bolsa de Valores de Lima –BVL- era sólo para empresas grandes que emitiendo valores –bonos o acciones entre otros- financiaban sus operaciones. Poco a poco se está rompiendo la tradición de tener ( sí ó sí) el control de la empresa, cosa que se aprecia en grupos familiares, bancos y empresas pesqueras. En vez de mantener estructuras cerradas, se están abriendo acomodando a la emisión de acciones para la llegada de nuevos socios a las compañías que se enlistan en bolsa. "Si no quieres que te coma el tigre, no queda otra", dicen algunos ricachones".
Saben ellos, los propietarios, que es un imperativo hacerlo para no quedar rezagados en el mercado o para evitar ser golpeados por la competencia. Sin embargo, falta una explosión de emisiones primarias de acciones –no hay muchos papeles en construcción, por ejemplo- debidamente supervisadas por la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores - CONASEV.
Malestar por falta de dinero y còmo acabar con él
Lo que estoy viendo son empresas que apalancan con facilidad con 100, 200, 300, 500 o más millones de dólares, aprovechando la demanda de inversionistas en el mercado. Y es que, como dicen los operadores del sistema, en algún momento aparecerá un límite para recibir más préstamos de una entidad bancaria. De este modo, el riesgo natural por crecimiento se diluye con una emisión de valores. Es algo así como decir “si quieres seguir creciendo lánzate al ruedo bursátil.”, pero, obviamente, hay que analizar primero cuál es el sustento real de todo esto.
Cabe destacar que lo que hacían negocios en bolsa –generalmente las grandes empresas- es ahora imitado por los medianos negocios en Lima y provincias. Este segmento ya aprendió a ganar dinero en los circuitos bursátiles fuera de los bancos y lo hace de manera sucesiva a tasas de interés atractivas (5% -8%), plazo a 180 días y en moneda local, según los vaivenes de la crisis financiera. Tomand el dinero, lo devuelven y lo vuelven a tomar. La bolsa está optimista con la inyección de la Reserva Federal y a cerrar el año con 40 por ciento de ganancias, según varias sociedades agentes de bolsa (SAB).
Claro, alguien se preguntará ¿que hago con mi dinero? ¿Lo mantego en una cuenta personal?.¿Guardo el dinero en el colchón? ¿Ahorro en una Edpyme, caja rural, caja municipal, cooperativa, formo una PYME? Hay, en realidad multiples opciones. Pero, la gente se refugia con inversión segura en los bienes raíces, en la compra de tierras de cultivo, en la renta fija o en la compra de acciones moderadas en sus utilidades pero -¡ojo!- con rendimiento sostenible en el tiempo.
He constatado no con uno sino von varios agentes SAB que cada vez más empresas se preparan para usar estas líneas de financiamiento. Y digo se preparan porque ninguna empresa con visión de futuro hace una emisión en 30 días sino de dos años aproximadamente. De manera que este proceso pasa primero por vestir bien a la novia –la empresa- poniendo a punto, por ejemplo, capital intelectual, recursos humanos, potencial de innovación y competitividad, imagen, historial, estados financieros, balances, ventas futuras, cuentas por cobrar, deudas, redes, equipos y maquinaria etc. Todo esto pasa por los exigentes filtros de prestigiosas clasificadoras locales –aliadas con sus homologas en el exterior, tales como Fitch, Moody´s, entre otras- los que , en la práctica. dan la nota aprobatoria.
Algunos piensan, que dadas las circunstancias actuales, resulta un buen negocio convertirse en estructurador –el equipo de especialistas que arma la operación entre el inversor y el mercado- cuyos honorarios fluctúan, es bueno saberlo, entre US$ 15 mil dólares y US$ 20.000 dólares.
Se trata de garantizar que la inversión en una empresa esté bien hecha y con garantía de retorno. Por eso, es que la CONASEV –organismo de promoción, supervisión, control y reglamentación del valores que depende del Ministerio de Economía- se preocupa mucho porque no exista asimetría de información, lo cual exige que la empresa que se enlista en bolsa sea transparente en la contabilidad y la formación de precios sin sorpresas en línea con la confianza del inversor.
Aun cuando las cenicientas parecen ser las pequeñas empresas, hay para ellas los fondos de inversión –el medio natural para canalizar recursos a las PYMES. En realidad, son negocios de factoring –pegados a un reglamento oficial- que emiten valores contra las cuentas por cobrar pendientes a los proveedores- el fondo facilita plata liquida –a cambio de una comisión, por ej. 15 por ciento-; el fondo se entiende luego con el deudor, por lo general prestigioso y solvente, de manera que no existe riesgo para el inversor.
Como vemos, lo que es una tragedia para muchos en el mundo, bien puede ser una bendición para otros, siempre y cuando no nos coja de sorpresa la “burbuja”, negada aquí en 7 idiomas. Habrá que ver.
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