MIRANDO CON OTRO CRISTAL ...
JESUS JIMENEZ LABAN
La publicidad y la propaganda tienen ahora una nueva envoltura. Desde que comenzó la publicidad y la propaganda -hace unos 200 años- éstas han sufrido cambios impulsados por las tecnologias que mejoraron su aplicación en el mercado.
La prensa en papel escrito se convirtió en poderoso elemento de difusion para su época. Luego vendría la radio que amplificó el poder de comunicar ideas, hechos y sentimientos. Fue la televisión el invento tecnol{ogico más completo -por su capacidad de persuasión, penetración e influencia en la sociedad de consumo- a lo largo del siglo XX.
Ahora, en pleno siglo XXI, la televisión libra una dura batalla para sobrevivir y se aferra a la vida en internet, la computadora y las redes sociales. Se habla por ello mismo de una nueva competencia entre la television, la computadora y la comunicacion. Sin embargo, no parece relevante quién gane esta partida tecnológica -televisión, computadora, teléfono- pero si resultan relevantes los contenidos, las aplicaciones y desarrollo de software que cambia la forma de cómo pensamos, cómo trabajamos y cómo jugamos y, por supuesto, como vendemos y compramos productos y servicios.
El desarrollo de contenidos -originales, breves y claros- es la nueva industria de las comunicaciones que trepa en las redes sociales -en sus diversos formatos YouTube, MySpace, Facebook, blog etc-). Son, pues, los contenidos el cimiento del edificio de la publicidad digital 2.0.
Lo que cuenta es generar soluciones, ideas nuevas e información utilitaria para desarrollar aplicaciones y contenidos. Todo ello, en su conjunto, es la base de la generacion de la nueva riqueza. Es decir, es el cambio de la noción sobre como vivimos, como trabajamos y nos ganamos la vida.
Teniendo en cuenta estos antecedentes tecnológicos, nos será fácil ubicarnos en las nuevas tendencias de la publicidad y la propaganda. Por un lado, la publicidad en su misión de persuadir a un público objetivo a que diga si a un producto o servicio, es decir, inducir a un acto de compra; por otro, la propaganda en su misión de persuadir también pero hacia un acto de compromiso, solidaridad y de unión, por ejemplo. a una causa, un sueño, una visión al servicio del bien común.
Según estas tendencias, la publicidad y la propaganda siguen aplicando los mismos principios pero trepadas en las nuevas tecnologías más allá de la prensa, la radio y de la televisión, tecnologías que son vistas como tradicionales a la luz de los hechos.
Dicho de otro modo, la publicidad y propaganda necesitan, como se ve ahora, de otros recursos, interacciones y mecanismos de prevención para ser cada vez más efectivas. Necesitan apoyarse en nuevas tecnologías e interactuar con la prensa, con las relaciones públicas y la administración de crisis para desenvolverse mejor en la actividad pública y privada.
El problema es que la publicidad ha perdido credibilidad. Cada vez menos creen en un comercial. Por eso, la propaganda acude en su auxilio. Ciertamente, hay empresas trasnacionales que combinan estrategicamente un spot comercial o infomercial con una campaña de solidaridad social. Uno es complemento del otro. En muchos casos, un articulo bien escrito por un periodista en nombre de un presidente ejecutivo tiene mas llegada que un comercial. Y lo que importa aqui es la credibilidad en lo que se dice o publica. En otros, como ocurre con frecuencia en la industria, el comercio y las corporaciones, la historia bien contada acerca de un producto, una marca o una corporacion, tiene mas impacto que un comercial. De ahí aquello de que la gente compra la emocion y no el producto. El publico no compra el boleto para ver a Paul Mc Cartney sino la emocion de verse junto a el cantando en el concierto del Monumental.
Se dan muchísimos casos de personas talentosas e inteligentes, pero no van a ninguna parte porque no saben expresar sus ideas. Los relacionistas públicos se han convertido en grandes aliados de marketeros, publicistas y propagandistas porque éstos tienen la habilidad de comunicar las ideas y de hacerlas realidad cuando existen buenas relaciones humanas que ayudan a que las cosas y los hechos sea vean con otro cristal.
Ahora bien, las redes sociales han transformado los medios de hacer publicidad y propaganda. Si antes habia que preocuparse de segmentar las campañas -en prensa escrita, radio y televisión- lo que tenemos ahora es una superconcentración de medios desde un teléfono inteligente (Smart Phone).
Es desde este teléfono que debemos aprender a hacer la nueva publicidad y propaganda de nuestros productos y servicios y nuestras campañas de solidaridad. Cambiará la forma como elaboramos nuestros textos para explicar las bondades de una marca; cómo editamos un video para ser visto en pocos segundos o que base de datos usamos (datamining) para llegar por las redes sociales y mucho más.
En realidad, los tres formas de comunicación que se han inventado -voces, datos e imagenes fijas o en movimiento- son las que contiene este aparato mívil que originalmente servia solo para hacer y recibir llamadas, pero con el tiempo nacieron otras aplicaciones tales como correo electrónico, messenger, chat, skype e internet.Ese mismo telefono tendrá ahora -adicionales a las funciones anteriores- propiedades tienen que ver con la comodidad, el dinero rápido y las compras on line y su entrega casi de inmediato.
Un contrato entre Google con un banco, una procesadora de tarjetas y una lectora permitira hacer tranferencias de dinero de una cuenta a otra, de una banco a otro, de una plaza a otra, lo cual supera la facilidad de pago de servicios públicos. El teléfono se convertirá en un cajero electrónico y en una máquina más práctica para pagar compras en un supermercado. Podrá el usuario, por ejemplo, hacer un click en su pantalla y pinchar la bodega mas cercana donde comprar un pollo a la brasa, hacer un deposito electronico para tener en minutos el pedido de su preferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario