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viernes, 11 de noviembre de 2022

EMPRESARIOS Y POLÍTICOS: ¿PODEMOS ENTENDERNOS O TODO ES DE LOS LABIOS PARA AFUERA?


A propósito de CADE 2022

Todo indica que desde el 20 de noviembre empiezan a llegar los miembros de la misión de la OEA. La expectativa ciudadana no debe ser ver esta misión para decidir la permanencia o la partida de un presidente para tirarle un jalón de orejas a los titulares de los otros poderes públicos, facultad que no tiene.

Lo que sí se va a producir es que dicha misión va a escuchar a todos los protagonistas políticos y democráticos. Una vez levantada la información, emitirá una opinión conjunta para trazar un camino por un nuevo diálogo a partir de consensos entre las parte qué permite una salida a la crisis en la que se debate el Perú.

Así de claro debe verse el tema. Sin embargo hay unas enormes contradicciones. A pocos días de la llegada de una misión con este propósito, hay gigantescas marchas de uno y otro lado. Son contraproducentes si se mira el propósito de llegar a un diálogo. Si hay marchas, que son legítimas según la Constitución, es porque no se quiere llegar a nada. Uno y otro lado no quieren nada. Si no fuera si ¿qué es lo que indica que la CADE invite al presidente Castillo y no asista bajo el argumento que «tiene cosas más importantes que hacer en el aspecto social»,según su vocero?

La OEA no va a decidir ni opinar algo con la presión de la calle porque no es su función.
Esta discusión entre poderes públicos o entre estado y sector privado, también se ha visto la CADE 2022, convocada para la urgencia y la acción para superar la crisis. 

CADE es una institución, por la fuerza de la costumbre, que ayuda a trazar los caminos del desarrollo y el crecimiento del Perú. Aunque tiene casi los mismos discursos todos los años, esta vez participaron 45 expositores, apareceb para la lectura y la escucha los mismos diagnósticos cuando lo que realmente se requiere es llevar a la práctica su lema "El Perú en emergencia los peruanos en acción".
Es decir hechos y no diagnósticos que ya todo el mundo conoce. Los hechos sobre cómo resolver todo este embrollo qué arrastra a cinco presidentes de la república en crisis.

Por supuesto que entre estos 45 expositores todos son honorables y muy preparados, pero el Perú está sobre diagnosticado. Todos sabemos qué cosa ocurre y qué hay que hacer, pero el problema es que no se hace nada en lo esencial. Ellos mismos reconocen qué 7 peruanos de cada 10 son informales. ¿Puede  hablarse de un país próspero con esta barbaridad? El economista más básico puede dar la respuesta con suficiencia.

Luego escuchando al ministro Burneo y al titular BCR Velarde o al ex titular Mendoza no queda duda alguna que también se puede vivir de los anuncios, los buenos deseos y las miradas comparativas.

Más de 2000 empresarios han ido para escuchar lo mismo, aunque ninguno ha ido con el interés de calentar el asiento. Todos están preocupados porque han hundido sus capitales en el Perú y en el país para recuperar inversión tarda 5 10 15 a 20 años razón por la cual buscan escuchar argumentos de predictibilidad frente a esta incertidumbre.

Pero los antes mencionados titulares han dicho cosas importantes por supuesto pero más de lo mismo.

Qué la inflación es por demanda y  que es controlable. Que la situación económica del Perú con Castillo es casi igual a los momentos más dramáticos de fines del gobierno de Alan García o que  está empezando a repuntar la inversión pública cómo generadora de demanda.

El asunto está en el deterioro de la economía post pandemia y en la vulnerabilidad de millones de personas en materia de salud por falta de ingesta alimentaria. Y por el otro lado la estabilidad y seguridad jurídica qué se requiere para que las inversiones lleguen y no colapse el aparato productivo lo cual agravaría la situación.

El asunto es que todos se vuelven sordos cuándo se menciona la palabra gasto social para atender a los más vulnerables. También sordos cuando imposiciones tributarias. A nadie le gusta pagar impuestos en el mundo ni que le quiten y recorten parte de su ganancia de capital.

Sea como fuere, son temas delicados. También requiere soluciones prácticas la nueva metodología fiscal para que el suelo este parejo. No hay respuestas contundentes respecto a esta problemática con los temas que acabo de describir de manera somera y sincera. La economía peruana tiene un hueco por la crisis pandemica, luego por el cuadro de recesión y debilitamiento de las arcas fiscales y y ahora por la crisis política. La falta de dinero preocupa más partes.

Sin embargo, el valor diferencial de esta conferencia de ejecutivos, es la inusual presencia de la defensora del pueblo, la presidenta del Poder Judicial y la misma Fiscal de la Nación instaladas en el evento no de manera virtual sino presencial, lo cual tiene mucho significado para el momento difícil que se vive en el país.

La defensora Eliana Revollar salió a defender su fueron para la defensa de los Derechos Humanos, criterio fundacional dominante desde 1996. La presidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios, defendiendo el equilibrio de poderes y la convocatoria un consejo de estado para encontrar una salida a la crisis. La Fiscal de la  Nación Patricia Benavides que en pleno CADE ha hecho conocer que se va a procesar los audios en un 100% sobre "los cuellos blancos del puerto", anuncio que qué tiene gran significado por el escenario que eligió para decirlo.

El tema de fondo es cómo podemos sentarnos en el mes de noviembre, perro pericote y gato, ante la mesa de cancilleres de la OEA. Qué camino encontrar para poder traducir el informe con opinión y sugerencias tal vez, a fin de encontrarnos como hermanos en un país altamente polarizado que pone en riesgo el equilibrio de poderes, la estabilidad democrática y la ley contra el delito.

¿Será posible que luego se de la partida de la OEA todo volverá a ser igual que antes con documentos tirados al tacho?

Perversos hay en el Perú y hay a montones, pero eso no es lo que merece ni es el destino del Perú. Salvemos la democracia y y no la hundamos en el pantano de la confrontación permanente.  Espero.




 

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