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lunes, 29 de noviembre de 2010

LOS DOCUMENTOS DE WIKILEAKES

LOS DOCUMENTOS DE WIKILEAKES
JESUS JIMENEZ LABAN

Hace un año escuché que la privacidad había llegado a su fin.  Asistimos a una nueva era –dominada por las redes de internet- en el que todo el mundo quiere saber todo y de todos.  Internet es un medio de comunicación, pero al mismo tiempo de cuidado.  Está visto que los mensajes que se transmiten ahí pueden ser usados por otros para diferentes fines.   Después de la fuga de información captada por Wikileaks, la diplomacia tendrá que usar una nueva forma de comunicación.

Literalmente, no debe haber nada oculto bajo el sol.   Y esto –el fin de lo oculto, de lo secreto de lo no revelado- es precisamente lo que ha ocurrido en Wikileaks, aparentemente un simple site o plataforma o como quiera llamársele. Es esta página web –dicho en términos simples- la que viene revelando hechos y cosas que corresponden a la estricta reserva de varios gobiernos de Estados Unidos, pero además publica documentos sensibles en materia religiosa y comportamientos no éticos en el mundo empresarial, guardando el anonimato de sus fuentes.

Es como si en la sociedad de la información todo el mundo quisiera saberlo todo. Internet ha puesto el mundo al desnudo.  Siguiendo esta tendencia, los buscadores de internet se “perfeccionan” para armar la información completa de una persona, incluyendo su vida íntima o privada. Hay empresas que cumplen 20 años levantando información sin fronteras: edad, antecedentes académicos, ex enamoradas, estado civil actual, antecedentes criminales, violaciones, estafas, opción sexual, bancarrota, deudas, pago de impuestos y tenencia de acciones.  Lo que se ve ahora es la aparición de empresas que venden información casi completa sobre la persona de interés, pero están en camino otras que ofrecerían información gratuita al público.

Dentro de este contexto, Wikileaks, como se ha dicho, es una página de internet que filtra información secreta, se vale de uno o varios informantes para su  fuga y la publica en medios previamente elegidos.   Siguiendo la lógica de la noticia, dicha información es de tal impacto que –sin mayor esfuerzo ni gestión- cae por su propio peso y se publica como una noticia de shock. 

El primer remezón lo dio Wikileaks cuando el 15 de marzo de 2010 hizo público un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos con filtraciones sobre intereses estadounidenses, seguido por un video publicado el 5 de Abril del mismo año sobre el asesinato del periodista de Reuters Namir Noor-Eldeen y 10 personas más y la publicación de 92.000 documentos sobre la guerra de Afganistán.  Investigaciones posteriores dieron cuentan que el autor de la filtración fue un militar de sus propias filas. 

Y ahora –el 28 de Noviembre de 2010- han sido reveladas las comunicaciones –discusiones, evaluaciones y observaciones- que los diplomáticos enviaron en los últimos años desde las sedes de 274 embajadas, consulados y misiones diplomáticas hacia el Departamento de Estado, Washington.  Hasta el momento, en el caso de información del Departamento de Estado, sólo ha publicado 272 cables diplomáticos de un total de 250.000, según Los Ángeles Times.

Aun no se conoce quién es el responsable de la mayor filtración de documentos secretos de la historia, pero la decisión –según el Fiscal General Erick Holder-  es reforzar la seguridad, proteger los secretos del gobierno  y castigar los que se los robaron.  El Departamento de Justicia realizará una investigación penal para llevar a la cárcel a los que han participado en la filtración de documentos secretos o clasificados.    Se habla de realizar una “purga” del personal con acceso a material clasificado.

El autor de este site –Wikileaks- es Julián Assange, periodista, programador y activista de internet.  Emilio Viana, analista internacional, no cree que un periodista que sólo porta una laptop y que viaja errante por el mundo tenga tanto poder como para desclasificar miles de documentos.  Cree que hay un poder mucho más grande que quiere arruinarle el camino al presidente Barack Obama hacia un segundo mandato.

Sea como fuere, lo cierto que Assange  puede publicar la información al amparo de la libertad de expresión una garantía de la Constitución de los Estados Unidos.  Como se ve en estos casos, se sanciona al autor del mensaje, pero no al mensajero.  Nadie interviene en la facultad discrecional del comunicador sobre si publicar o no los contenidos.   Es un delito federal –como podría pasar en el sistema de cualquier democracia- revelar secretos de Estado, pero al parecer desde que esa información privilegiada cae en manos del comunicador deja de ser secreta y se divulga con movimientos y réplicas de un terremoto político como está pasando ahora. (Continuará)

1 comentario:

  1. me encanta porque puedes decir lo que esta pasando solamente la verdad toda la verdad y nada mas que la verdad

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