DE LA INTELIGENCIA DE RIESGO A LA CIENCIA DE LA DECISION: ¿PUEDE UNO CON PRECISION ADELANTARSE A LOS HECHOS?
Jesus Jimenez Laban
En los Estados Unidos, las agencias de Inteligencia está entrenando a sus hombres para predecir con mayor precision los riesgos....
Hay que levantar información para olfatear el peligro y los riesgos como lo hace cualquier empresario antes de diseñar un proyecto y quedarse con la mejor idea. La información es vitaL, pero ahora a estos hombres los entrenan en redes sociales a partir de una web para mejorar su formas de encarar un riesgo.
Y es que tanto un país como una empresa, como afirman los gestores de riego y crisis, creemos que nunca nos va a pasar nada. No existe cultura de prevención. Y sólo reaccionamos cuando tenemos el agua en el cuello.
Pero ¿en qué se entrenan estos agentes? Siguiendo fuentes de Wall Street, en adelantarse a los hechos relacionados a eventuales conflictos diplomáticos, tecnologías que pueden hacer perder competitividad a un país, inestabilidad ecónomico por un efecto externo o programas de salud agrietados por no tomar decisiones a tiempo.
¿Está capacitado el ser humano para adivinar el futuro? Parece que no del todo, pero con capacitación, desarrollo de autoreflexión y prácticas especializadas, una persona puede alertar, avisar, comunicar lo que está en camino. Eso es lo se conoce como mejora de inteligencia de riesgo.
Un estudio profundo sobre "Risk Intelligence", que es precisamente el titulo del libro de Dylan Evans nos recuerda que el hombre tiene tendencia peligrosa a confiarse demasiado o ser muy poco confiado en sus estimaciones y por eso mete la pata, comete errores comunes.
Y esto se ve en las apuestas cuando el jugador se equivoca en el precio de las acciones comprando o vendiendo en peor momento o en la confiabilidad de un abogado en el testimonio de una persona que cree fiel e íntegra.
Sea como fuera, sin darnos cuenta, nos pasamos todo el tiempo adivinando el futuro basados en infomación incompleta, pero está probado que las personas pueden mejorar su sentido de olfato del riesgo.
El libro aspira a desmotrar con ejemplos que aunque los humanos no somos buenos para adivinos, sí se puede, en cambio, lograr pronósticos certeros en la medida que hagamos lo que otros están aprendiendo o mejoremos nuestra inteligencia ante el riesgo, segun estudios de Journal of the Royal Statistical Societ, publicación de científicos de la estadística.
.
El extracto del libro cita como ejemplo entre muchos, el caso de geologos de una empresa petrolera, la Royal Dutch Shell,
que al inicio equivocaba su pronóstico de encontrar petróleo en pozos nuevos, pero luego ahorró dinero cuando logró, previa capacitación en un programa, que las estimaciones de los geólogos coincidieran con la cifra real de descubrimientos petroleros.
Sarah Lichtenstein, experta en el campo de la "ciencia de la decisión
cree que es lo mismo que pasa con el pronóstico del tiempo, que debe decir "no sólo si lloverá o no al día siguiente, sino cuán probable creen que es en términos de porcentajes". Es decir, cada vez más preciso conforme aumentan las capacidades de la gente.
Claro, no hay siempre aciertos seguros. La obra revela que hay dificultades con los médicos para saber con certeza si una costilla está rota, si ese tumor es maligno o no, si el cóctel de medicamentos va a surtir efecto en el cuerpo del paciente o si éste puede sobrevivir a una operación quirúrgica.
Por supuesto, nadie puede predecir todo a la vez, pero sí desarrollar inteligencia de una persona especializándose en una materia.
Si la teoría de Sarah Lichtenstein, es cierta, surgirá en el mundo una nueva escuela de aprendizaje. En futuro será tan comun ver a un atleta que se entrena para una competencia como ver a un agente de inteligencia que se capacita para equivocarse menos y dar en el blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario