JESUS JIMENEZ LABAN
Muchas veces estamos acostumbrados a mirar hacia adentro y no nos fijamos en lo que hay afuera. En efecto, sin darnos cuenta que las oportunidades están más allá de nuestras fronteras -nadie es profeta en su tierra- seguimos insistiendo en el mercado local que está saturado, paga poco o nunca y algunas veces no reconocen el éxito.
Esto también pasa con los profesionales, empresarios y académicos. Después de asistir al II Foro Internacional de Exportación de Servicios, me queda claro que una "revolución silenciosa de los intangibles" está en marcha en el Perú. Prueba de ello es el esfuerzo concertado de entidades públicas y privadas (Adex, Comex, Cámara de Comercio de Lima, Promperu, Mincetur, Ministerio de Relaciones Exteriores).
La presentación en este mega evento de casos de éxito totalmente peruanos es una muestra del avance incontenible de nuevos servicios -cada vez más complejos y mejor precio y calidad para el mundo- desde los conocidos Call Centers, estudios jurídicos, agencias de publicidad y marketing, empresas logísticas de transporte internacional hasta la reparación de aeronaves etc.
He visto en persona -no me lo han contado- casos de gestión de capitales con ayuda de software en internet, desarrollo de contenidos en laboratorios de computo en Zofra Tacna y generación de empleo en empresas lideres como Atento, que son, a mi modo de ver, solo la punta del iceberg.
Hasta la Cámara Peruana del Libro exporta, cosa que nunca antes había hecho: venta de derechos de autor, servicios de impresión, edición, corrección de estilo, diagramas e ilustración. Y encuentra para ello cliente en las ferias de Frankfurt, Guadalajara, Buenos Aires, Quito, Santa Cruz,
Y, por supuesto, hay oportunidades sin precedentes para todos en asesoría especializada, promoción de inversiones, salvataje de empresas, servicios de prensa, imagen y publicidad, riesgo y crisis, financiamiento barato, búsqueda de contrapartes, y organización de misiones para encontrar nuevos clientes y mercados.
Desde que salió a la luz la Ley de Exportación de Servicios muchos hombres de negocios y profesionales ya no son los mismos. Su vida ha cambiado para bien. Y es que los servicios son un grupo productivo y rentable en ascenso que por el momento representa el 10 por ciento de las exportaciones peruanas (en el mundo es el 20 por ciento).
Comentario aparte, en el evento se mencionó que la ley 29646 que ha dado impulso a los servicios, se ha debilitado con las últimas medidas tributarias (IGV.IR). Se ha vuelto, al estado anterior a la dación de la ley en el año 2011. Habrá que ver a qué puntos específicos se refieren.
Sin embargo, ¡qué duda cabe!, es la hora de exportar servicios como lo hace cualquier exportador que hace envío de sus mercancías al exterior. En un caso -el de servicios- trabaja con intangibles (que no se pueden ver ni tocar), en el otro con productos que se pueden tocar, oler y pesar.
Quizás, estamos acostumbrados a ver enorme containers apilados en las aduanas y buques extra grandes que llegan a nuestros puertos para llevar las mercancea al puerto de destino. La exportación de servicios no requiere de insumos físicos (materia prima) ni de navíos enormes ni de largos procedimientos, pero sí conocimiento nuevo, uso de tecnología y comunicaciones y recursos logísticos y mucha, muchísima creatividad.
En el caso de los servicios no se necesita de estructuras mayores pero sí de desarrollo inteligente de los servicios en oferta a sus múltiples usuarios que van desde servicios de asesoría jurídica corporativa, servicios publicitarios y de imagen, tele mensajería, reparación de naves, operación de "call centers", entre otros.
Por un determinado tiempo parece razonable no ser perfeccionista, es decir, esperar tener todo perfecto para recién comenzar la aventura. Nadie nace sabiendo bien las cosas. A ninguna persona le salen las cosas tal como las ha pensado en el diseño de su proyecto. Todos tenemos derechos a equivocarnos en algún momento. Si no, no habría experiencia. Nadie espera saber a la perfección para empezar. La oportunidad está en empezar, ¡ahora mismo!
Como dijo el poete Jorge Manrique "el camino se hace al andar". De manera que no hay que esperar mucho para empezar a exportar servicios.
Basta tener una buena idea. Pasar esa idea al papel. E implementar la idea con un poco de dinero, manejo de tiempo y presupuesto.
Todo empieza con asegurarse un cliente o varios clientes en el extranjero, ofrecer el servicio profesional o corporativo y echar a andar la consultoría internacional, teniendo en cuenta principalmente el modo de tributación o exoneración tributaria de acuerdo a ley, según los alcances de los Tratados de Libre Comercio y acuerdo de doble imposición tributaria entre el Perú y sus países socios o amigos.
Quiere esto decir que las oportunidades están frente a nosotros y no las vemos. Que la tendencia a la exportación de servicios está contemplada con facilidades por la legislación peruana y que la exportación de servicios premia al que más sabe, al que más conoce, al que hace cosas y las hace bien como servicios.
! Qué esperamos!!
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