IDEAS PARA DESARROLLO EJECUTIVO
JESUS JIMENEZ LABAN
He conversado con infinidad de gerentes a lo largo de mi trabajo profesional. Todos, sin excepción, quieren cumplir lo que se les pide en el Directorio. Pocos, ir más allá de la meta.
Una forma efectiva de lograr cosas es pedir a los ejecutivos cosas imposibles. Para ello no es tanto dar dinero, personal o espacio físico como las herramientas para hacer cosas.
El criterio dominante, que veo en algunas Escuelas de Negocios, es aconsejar hacer las cosas a la velocidad del avión sin considerar si las ideas han cuajado o no. Pero creo que, lejos de ello, los grupos no hacen el mayor esfuerzo al primer intento. La clave está en no aceptar los trabajos a la primera de bastos, sino que los encargados pulan esos trabajos, una, dos, tres veces, hasta que quede la mejor opción, con la punta más afilada.
Aunque tengan que trabajar tres veces, las ideas mejor elaboradas evitarán consumo de energías en trabajos innecesarios que resultarían de la primera solución, como apunta el profesor Norman Meir en la universidad de Michigan.
Al margen de la diplomacia, siempre me acuerdo del ex Secretario de Estado, Henry Kissinger, quien acostumbra rechazar varias veces los trabajos de su gente. Cuando ésta veía, en efecto, mejoras entre la primera y la tercera, era usual escuchar (de la propia gente) frases como ésta: "Sí. efectivamente, esto es lo mejor que podemos hacer". Sólo entonces, Kissinger decía: "Ahora lo leeré"
Y es que la clave está en dar la mejor información con el mejor ángulo para ser altamente competitivos.
Sea complaciente con todo aquello que haga cambios en su negocio o hagan que usted decida iniciar uno nuevo.
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