Jesus Jimenez Laban
En un foro internacional al que asistí hace un tiempo, los expositores decían que internet lo aplana todo. Y poniendo como ejemplo a los políticos, aseguraban que el efecto que tenía la televisión sobre ellos al hacerlos aparecer como héroes, es contrario al que produce internet que los coloca en el llano en un mismo nivel con sus electores.
La pantalla de TV es opuesta a una red social en sus efectos. Desde entonces, no me había soprendido nada hasta que llegué a las ideas del profesor John Suler, de la Universidad de Rice, quien en su obra "El efecto de la deshinbicion en Internet" dice que la red desinhibe a las personas.
Es decir, las vuelve más agresivas o más honestas. Basta con recoger el testimonio de bloggeros que reciben comentarios virulentes, agresivos o demasiado francos. Es la influencia de internet. Es, como dice los estudios, lo que buscan pacientes, encontrar un doctor mecanizado para confesar todo, a veces con brusquedad. Y esto, por supuesto, no es nuevo. La Iglesia Católica, refiere el estudio, separa al confeso con una rejilla del sacerdote. Y la explicación para los especialistas es que las personas suelen decir las cosas de manera más honesta y franca cuando no son vistas, cuando no se comunican cara a cara.
Esto hace que las personas se abran. Los redactores de WSJ, que pintan de manera magistral las ideas del profesor Suler, recuerdan, segun estudios, que los monos que recien se conocen, no se pueden mirar cara cara para no agredirse. Y así, la gente se muestra renunete a decir lo que piensa de otra teniendo a una autoridad al frente por temor a ser desaprobada o castigada. Y esta misma explicación pone claro, segun el estudio, por qué cuando dos personas se encuentran en el asecensor reducen las tensión del encuentro con frases como esta: ¿qué frió que hace, no?
El mirar fijamente podría ser una amenaza, dice. En el fondo, el estudio señala que internet genera deshinbicion en la psique de las personas. Hace que manifiesten su personalidad sin ninguna censura porque tienen la sensación de que nadie las ve, por lo menos el muro de los sitios de las redes sociales.
Es la misma reaccion que se ve en los interrogatorios de las peliculas cuando el que pregunta se pone detras en momento crucial en que el detenido tiene que contarlo todo. Lo mismo pasa con el paciente que mira en direccion opuesta al médico para que diga todos los síntomas. El estudio concluye haciendo notar a la gente que si bien la red vuelve más sociales a todos, es importante tener cuidado con lo que se admite para no tener problemas futuros en el trabajo o en las relaciones profesionales y empresariales.
Uno es esclavo de lo que escribe, se decía antes. Ahora, puede serlo tambien por todo lo que queda grabado en internet para toda la vida.
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