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miércoles, 28 de noviembre de 2012

COLOMBIA-NICARAGUA: LA CUESTION DEL ARCHIPIELAGO


COLOMBIA-NICARAGUA: LA CUESTION DEL ARCHIPIELAGO

JESUS JIMENEZ LABAN

El gobierno de Colombia ha denunciado el Pacto de Bogota (1948) en rechazo del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que ha terminado definiendo nuevos límites marítimos con Nicaragua. 

"He decidido que los más altos intereses nacionales exigen que las delimitaciones territoriales y marítimas sean fijadas por medio de tratados como ha sido la tradición jurídica en Colombia y no por sentencias proferidas por la Comisión Internacional de Justicia", expresó Juan Manuel Santos, tras revelar que "el aviso correspondiente fue entregado al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA", lo cual fue confirmado por su Secretario General Miguel Insulza.

Entre otros puntos, la demanda planteada en 2001 por Nicaragua tiene este final. Para Nicaragua representa ganar mas de 70.000 kilómetros cuadrados de mar, ricos en pesca y otros recursos naturales, en tanto deja en manos de Colombia siete cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores fueron concedidas en 2007

Lo que ha decidido La Haya en un fallo emitido el 19 de noviembre no es en términos soberanos. Los observadores dicen que es entrega de derechos económicos, es decir, puede Nicaragua explotar recursos pesqueros y otros recursos en aguas. Pero las naves colombianas pueden seguir navegando.

La reacción de Colombia -la denuncia del Pacto de Bogotá- ante este fallo es vista como un contrasentido, un mal precedente y un mal ejemplo, según varias opiniones. No se puede desconocer una resolución de este nivel. Los fallos de La Haya son inapelables y ante la resistencia de una partes obliga a la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según el derecho internacional.

En opinión de Fernando Vidal Ramírez, exjuez ad hoc de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), "es como si yo me sometiera a un juicio aquí, en la Corte Suprema y cuando la Corte Suprema falla en contra mía, entonces yo me retiro, no es así, es un precedente negativo”

Y es que al denunciar el Pacto de Bogotá, Colombia descuelga de un poderoso instrumento jurídico que firmó precisamente para resolver sus conflictos a través de medios pacíficos: buenos oficios, mediación, investigación y conciliación, arbitraje y procedimiento judicial.

Como lo recuerda el jurista Fernando Vidal, Pacto de Bogotá o Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, fue el que creó y estableció que los estados miembros se someten a la competencia de la Corte de la Haya para dirimir de forma pacífica los litigios del continente americano.

Aun así, Santos dice que no quiere conflicto bélico, que estudiará el fallo, mientras un equipo de expertos estudia la forma como presentar este asunto ante las Naciones Unidas. Se habló de una interpretación o una reconsideración, según opinión algunos juristas captada por la cadena CNN.

"Colombia no pretende separarse de los mecanismos de solución pacifica y controversias, por el contrario, Colombia reitera su compromiso de recurrir siempre ha procedimientos pacíficos", ha aclarado el presidente colombiano.

Otros observadores creen que Colombia puede dar la pelea y llevar el pleito a las Naciones Unidas. Y si Nicaragua llevara el caso al Consejo de Seguridad para obligar a Bogota a que cumpla la decisión de La haya, Colombia podría moverse en el plano diplomático. "Entonces nos movemos en el plano diplomático, tenemos amigos y podemos conseguir que veten ese pedido", dice Rafael Nieto Navia un destacado abogado colombiano que estudia el caso.

Pero tal como se ven las cosas del lado colombiano, el mayor temor es que tras el fallo de la CIJ, Nicaragua pudiera reclamar también la plataforma continental extendida mediante otra eventual demanda ante el mismo organismo, según la canciller colombiana María Angela Holguín

Si Colombia sale de la orbita de la Haya no podrá demandar a nadie ni podrá ser demandada por esa vía, la de la CIJ, pero hay preguntas que quedan flotantes en este caso del Archipiélago.

¿Cómo va a actuar Colombia si los efectos de la denuncia del Pacto de Bogotá se hará efectivos recien dentro un año?

¿Qué va a hacer Colombia respecto de los más de 120 tratados multilaterales que ha ratificado bajo la competencia de la Corte Interamericana de Justicia. ¿Los va a denunciar tambien?

¿Cómo quedaria el proceso de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)?

Va a ser my dificil, adelanta Fernando Londoño, ex ministro de interior, que Chavez tenga ganas de ayudar viendo a Colombia en una actitud belicosa con Nicaragua, incluso a los cubanos. 

El hecho es que el tema genera preocupación. Porque hay contenciosos pendientes de solución entre Ecuador y Colombia, entre Paraguay y Argentina y entre Chile y Perú. Esto de pretender no acatar el fallo -aunque Santos no lo ha dicho- es un mal precedente. 

Algunos expertos en derecho internacional especulan con la posibilidad de que Chile denuncie el Tratado. En tal eventualidad, dicen los expertos, no le servirá de nada porque tendría que acatar el fallo de La Haya. No podría eludir la jurisdicción del Tribunal más importante de la tierra.

No le hace bien a un pais actuar como Colombia. Pero tampoco estar adelantando posiciones de soluciones salomónicas. 

Chile se está colgando del argumento de Colombia alegando el principio de los tratados son firmados entre estados y no por fallos judiciales. 

Santos ha dicho que "los límites entre los Estados deben ser fijados por los propios Estados. Las fronteras terrestres y los límites marítimos entre los Estados no deben quedar en manos de una corte sino que deben ser fijados de mutuo acuerdo por los Estados mediante tratados "

Dentro de este contexto, resulta clarísima la explicación que hace el jurista Enrique Bernales acerca de lo que el Perú pide en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. 

Dice el doctor Bernales, según una nota oficial, que La Haya es un organismo del mayor peso y prestigio, que no se va a dejar intimidar ni presionar ni condicionar por ninguna opinión sobre lo que debe ser la naturaleza de sus fallos.

Y recuerda que lo que hay entre Perú y Chile es un tratado que fija la frontera terrestre con Chile. Pero no existe -agrega de manera rotunda- un tratado de igual nivel y con esa característica” que delimite la frontera marítima.

“Hay una trayectoria de siglos”, en que los tratados de fronteras son de naturaleza específica y concreta, y La Haya va a establecer los límites marítimos, ante la ausencia de un tratado sobre este tema", dice

Queda claro para el también director de la Comisión Andina de Juristas que "Chile ha estado ocupando una zona de mar que no le corresponde, y considera que eso debe ser convertido en reconocimiento de derecho y no lo es"

Y que -siguiendo al mismo jurista Bernales- "los convenios de 1952 y 1954, que Chile esgrime como acuerdos de frontera marítima, son de carácter práctico referidos a zonas de pesca para embarcaciones de bajo calado. No se puede apropiar". 

Bernales ha declarado en un medio local que son “inconvenientes” las expresiones del ex presidente Eduardo Frei y evidencian que defensa de Chile en La Haya no es sólida. 

Mostró también su preocupación por las declaraciones del presidente Sebastian Piñera acrca del reciente fallo de La Haya en el ligitio marítimo entre Colombia y Nicaragua. cuando señala que éste debe ser conforme al derecho y no salomónico. 

Bernales dijo que las declaraciones que cuestionan un posible fallo que no satisfaga las expectativas de las partes es una “estrategia equivocada”. 

“Ningún presidente o expresidente en Chile puede desconocer que el concepto de equidistancia está en el derecho internacional consuetudinario (referido al uso y la costumbre) e inclusive en la Convención del Mar”, sustentó.

Es más, dijo Bernales, el reciente fallo de la Haya (Colombia-Nicaragua) “neutraliza” uno de los conceptos expresados por Chile, pues para la corte los hechos no configuran derechos ni la posesión es un derecho. 

El próximo lunes 3 de diciembre empezarán los alegatos orales ante La Haya, en el litigio que Perú inició a Chile en enero del 2008, para fijar la frontera marítima, ante la ausencia de un tratado al respecto.

“Los Estados que se sometieron libremente a ese procedimiento y a la competencia de ese organismo están obligados a acatar” y punto.

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