JESUS JIMENEZ LABAN
Siempre he defendido la idea de que el alma de una empresa es su gente. Si este recurso humano es más inteligente y creativo que la competencia misma, entonces se convierte en el activo más valioso de la compañía. Es la gente de prensa la que con su entusiasmo, garra y talento determina el éxito o la caída de un medio de comunicación.
Dicho de otra forma gestionar una empresa de comunicación social no solo significa conocer todos estos elementos (humanos, tecnológicos y financieros) sino dominar el entorno que tiene que ver con la legislación peruana en radio y televisión, especialmente en los siguientes tópicos del canon, la licencia, la concesión y el rol de la libertad de expresión en la profundización de la democracia.
Con esto en mente –compartiendo con los jóvenes de la asignatura de gestión empresarial de medios - he visto con ellos documentales reveladores sobre la lucha contra las drogas en los cuales se sensibiliza a la población acerca de la perversidad del crimen organizado. No hace mucho el mundo se estremeció con los testimonios de personas que habían perdido la memoria (mal de Alzheimer afectan a millones en el mundo) y es enorme el sufrimiento de las familias que tienen que convivir con un ser humano que no se reconoce a sí mismo, no reconoce a sus padres y a sus hijos y ligeramente convive con recuerdos de algún momento de su vida.
Y así por el estilo impactó el coraje de la checa Martina Navratilova, campeona mundial de Voley, cuando venció a la muerte (cáncer) luego de ser sometida al doloroso y agotador tratamiento de la radioterapia para combatir y eliminar las células cancerígenas. Son casos que de una u otra manera millones de personas que se ven reflejadas a sí mismas o en las vidas de sus seres queridos más próximos.
Queda así claro que hoy día se requiere un esfuerzo de sincronización de voluntad muy grande para manejar un medio de comunicación con un mensaje real, cautivador, personal y conmovedor que como negocio se convierte en una fábrica de billetes por el atractivo que tiene en sí el desarrollo del contenido, pero también en solidaridad, sobre todo cuando el tema elegido es de alto impacto social, cruel y es vergonzante a los ojos de los televidentes (trata de mujeres)
Sin duda, elegir el tema debe ser una tarea ardua porque el que decide el impacto de la cobertura, el despliegue del recurso humano, recurso financiero, recurso tecnológico y el compromiso de líderes de opinión a nivel mundial.
Y para ello, nada mejor que el documental. El rey de todos los productos televisivos es el documental. Este se apodera de las pantallas de la televisión internacional. Su amplia acogida y aceptación se debe a que permite el testimonio vivo de los protagonistas de los hechos que hacen noticia y luego historia.
El documental vuelve a ser el eje de las producciones televisivas pero éste sólo es componente en la gestión de un medio porque intervienen muchos otros en escena o detrás de ella.
En virtud del liderazgo, los valores éticos y motivación que enseñé a mis alumnos, me parece una buena iniciativa y al mismo tiempo una forma de hacer televisión comprometiéndose con los problemas que azotan al mundo, desarrollando soluciones y arrancando decisiones a los gobernantes para que impongan la ley y el orden poniendo punto final a la impunidad de infractores.
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