Jesús Jiménez Laban
Siempre he escuchado a expertos en banca que una forma de hacer bien los negocios es fijarse en cómo trabajan los bancos y cómo sus operadores salen adelante en medio de problemas que nunca falta en un mercado estable o inestable..
En EE.UU, segun fuentes financieras, los banqueros tienen estas preocupaciones: ¿Cómo manejarse ante un horizinte en el que habria regulaciones más fuertes, la economía no levanta cabeza del todo y bajas tasas de interés. Y lo que estoy viendo -por lecturas recientes en medios serios, es que el Estado no perdona las deudas de empresas privadas.
Más tarde o más temprano éste las cobra y las empresas que fueron salvadas las pagan. Si no veamos cómo American International Group se desprende de su aseguradora de vida asiatica en Hong Kong para pagar al gobierno de EEUU que la rescató en plena crisis con US$ 182.300 millones, de lo cual se ha hecho un pago parcial.
Y un banco, Citi, que es prácticamente un ícono del capitalismo americano, aceptó US$ 45.000 millones en un momento de cuasi colapso durante la crisis de 2008 y 2009. Claro, esto le costó el puesto a Win Bischoff, entonces presidente de la Junta, y le allano el camino a Richard Parsons quien se retira del banco no va por la reelección. Lo sucederíaMichael ´Neill, con prestigio en los circulos bancarios.
Segun fuentes Wall Street las acciones han perdido un 94% de su valor respecto del año 2006, año en que alcanzó su máximo histórico.
Pero no sólo en los bancos hay cambios. También en las líneas aéreas. La urgencia de ahorrar costos para ser más competitivos, empuja a las lineas a fusionarse. Hace un tiempo lo hicieron Northwest Airlines con Delta. para aumentar las posibilidades de nuevos destinos.
Ahora, se habla de United y Cotinental Airlines. Resulta interesante estudiar el pulso gerencia que le pone el ejecutivo al movimiento de los aviones para atender desde los servicios de comidas a bordo, repintado de aviones hasta reservaciones y embarque de pasajeros sin pérdida de tiempo ni atrasos.
Lo ideal ahora es tener una red de más rutas, aprovechando la fusión de aerolineas, porque eso permite más ventas a ejecutivos que buscan conexiones rápidas a más destinos, según fuentes familiarizadas con la situación. Es lógico, los pasajeros quieren conexiones prácticas sin deambular de línea en linea hasta llegar a su destino.
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