UN PERUANO QUE DEJA HUELLA Y ES EJEMPLO A SEGUIR PARA LOS NUEVOS EMPRENDEDORES
JESUS JIMENEZ LABAN
Visionario, líder, innovador, exitoso. Sin virtudes no hay bien. Para tener éxito y mérito empresarial hay que ser un hombre virtuoso.
A este orden corresponde don Alberto Benavides de la Quintana, quien recibió la Medalla al Mérito Empresarial 2012, uno de los más representativos reconocimientos de la CONFIEP, la Confederación Nacional de Instituciones Empresarial Privadas.
Creo que lo describe perfectamente bien Humberto Speziani, presidente de CONFIEP "un peruano exitoso, líder comprometido con el Perú, innovador social y promotor de la cultura de la responsabilidad social y ética empresarial, visionario y tremendamente preocupado por la armonización que debe existir siempre entre la empresa, sus trabajadores y la comunidad donde opera” cuya vida ha sido dedicada al servicio."
Cuando el que escribe esto dirigía el Bloque Económico de Panamericana, Roque Benavides, su hijo, me lo presentó en su oficina y hablé con él casi una hora. Vi a un señor sencillo, muy cordial y preocupado por el Perú.
Me interesé en él porque quería escuchar su testimonio como hombre de empresa. Su origen, el sentido de su existencia, la vocación de su vida y a su edad las lecciones de su vida.
Simpatizo con dos ideas fundamentales de don Alberto Benavides de la Quintana. Una es unir la sierra con la Costa teniendo como puente la minería, algo que se puede alcanzar con el tren como medio de transporte. Esto se puede hacer entre Cajamarca, Bayovar, Chiclayo y Trujillo. La otra, construir reservorios en todo el país teniendo en cuenta que el agua sobra en tiempo de lluvia y falta en tiempo de sequía. El regulador sería un sistema de reservorios.
De hecho, es un hombre que tiene lo que tiene en base a su conocimiento, experiencia y trabajo duro. Ingreso a la UNI, cuando era dificilisimo ingresar a lo que se llama la antigua Escuela de Ingenieros. Ahí se graduó de ingeniero de Minas y luego obtuvo una beca para estudiar Geología Minera en la Universidad de Harvard, Massachusetts, entre 1942 y 1944.
No se quedó en el extranjero. Volvió al Perú. Consiguió un buen trabajo en 1944 -con el que sueñan todos- en una empresa minera. la la Cerro de Pasco Cooper Corporation. No se quedó estancado. Siguió estudiando y con los años llegó a ocupar altos puestos en la empresa que lo acogió.
A mi modo de ver esto tiene un mérito enorme. Y con los años creó su propia empresa (en 1953 fundó la Compañía de Minas Buenaventura) a la que sumaron otras debido al éxito alcanzado.
Lo que ha aprendido en la vida lo aportó a la educación. Abrazó la docencia y creó la Facultad de Ingeniería de Minas de la Universidad Católica.
Ademas de ser autoridad política, fue Alcalde de la ciudad de Cerro de Pasco y Teniente Alcalde de la ciudad de Lima, se desempeño en otros cargos públicos y privados como director de múltiples empresas así como Director del Banco Central de Reserva por dos periodos distintos entre otros cargos. Su biógrafos dicen que nació en 1920, en la calle Minería, una transversal del Jirón de la Unión. Hijo de Alberto Benavides Diez-Canseco y Blanca de la Quintana Chichero. Está casado con Elsa Ganoza de la Torre, con quien tiene cinco hijos: Blanca, Alberto, Mercedes, Roque y Raúl.
Y es considerado el hombre las rico del Peru, sitial que disputan los hermanos Brescia, también exitosos.
De manera que recordé lo que habia visto en este empresario cuando la bella e inteligente Nury Valenzuela, coordinadora de CONFIEP me notificó y me envió fotos sobre la ceremonia de condecoración a don Alberto Benavides de la Quintana.
Creo que es un hombre de éxito, humano, maestro y tiene la energía y el optimismo de un joven. La minería ha sido su eje. Nadie mejor que él para entender cuál es su gran aporte.
Don Alberto se entusiasma cuando dice esto: "Algo se ha hecho por unir nuestras agrestes serranías con la plácida aunque árida región costera y en ese afán mucho es lo que ha contribuido y seguirá contribuyendo la minería, pero hay todavía mucho por hacer".
El acto fue solemne y estuvo muy concurrido por la crema y nata de la sociedad peruana. Estuvieron ahí el Jefe del Gabinete Ministerial, Juan Jiménez; el Contralor de la República, Fuad Khoury; congresistas, el ex Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, embajadores, representantes gremiales, directivos y ex presidentes de la CONFIEP así como de líderes de opinión del país.
Sin ninguna mezquindad, como un hombre común, en reconocimiento de sus méritos como hombre, educador, profesional y empresario, puedo decir convencido que hombres como el ingeniero Alberto Benavides de la Quintana son los que abren trocha en el Perú. Es un ejemplo a seguir para todos los emprendedores del país
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