JESUS
JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones,
negocios e información
Recuerdo
con nitidez hace algunos años que mi Jefe me rechazaba los trabajos que le
hacía. El primer intento era inútil, el segundo era también rechazo. Recién el
tercero lo recibía con agrado.
Se
cree que la mente se vuelve más lúcida afinando las ideas una y otra vez hasta
que quede la mejor versión.
Con
el tiempo me entere que Henry Kissinger, ex secretario de Estado tenía el mismo
estilo. No aprobaba trabajos de su staff de buenas a primeras. A la tercera era
la vencida. Recién entonces el Jefe empezaba a leer.
Por
supuesto, antes como ahora, el interés es que se hagan a un lado lo subjetivo,
lo sesgado, lo que no tiene ni pies ni cabeza.
Por
eso, en la gerencia estratégica moderna para una exitosa toma de decisiones
existen tres tácticas que usan los nuevos jefes para equivocarse menos.
Una
de ellas es la táctica del “abogado del diablo”. Consiste en que el gerente
deja que un grupo exponga el plan con todo detalle para echarlo a andar, pero
al mismo tiempo consiente que "el abogado del diablo” actúe haciendo notar
los errores, las imperfecciones, así como los posibles peligros de los cursos
de acción recomendados. Se consigue así una toma decisiones más limpia.
La
otra táctica es la dialéctica. El Jefe recibe un plan (la tesis) con los
argumentos más poderosos del equipo para defender el citado plan.
Paralelamente, recibe el contra plan (la antítesis) en el que le hace notar los
gruesos errores, los riesgos, las desventajas de llevar a cabo el plan.
El
Jefe evalúa las dos posiciones -Plan y Contra Plan- de manera que al final se
queda con su propia decisión, por lo general la más acertada, es la misma
síntesis.
La
indagación dialéctica puede promover el pensamiento estratégico.
Por
último está la táctica del referente. La “visión externa” como la llama el ganador
del premio Nobel Daniel Kahneman. Esta consiste en aprobar una iniciativa, pero
contrastarla con experiencias pasadas. Si alguien quiere echar a andar un
proyecto, por ejemplo, es obligación del grupo encontrar algún antecedente
local o internacional parecido al proyecto en sí que se quiere llevar a cabo
para ver por qué funciono, por que fracaso, por que tardo.
Esto
es positivo para que los arrogantes desciendan del optimismo al realismo.
Como
se ve la gerencia moderna puede que cambie de nombre en sus estrategias, pero
al final son las mismas. Ningún Jefe acepa cuentos. Tiene que tener la
información más veraz para no meter la pata. El Jefe trabaja con dinero de
otros. Rinde cuentas. Se rodea de un buen equipo. Los más valiosos son los más
realistas. El Jefe debe estar siempre con el ojo abierto, siempre a la caza de
información de avanzada. Los lideres efectivos tienden a ser mas astutos en el
uso del poder para lo cual requieren información y conocimiento nuevo, entre
otros recursos estratégicos.
Con información del documento “La Información
estratégica en la práctica”
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