Con las ideas del profesor estadounidense ALBERT WATERSON
Todo planeamiento de Relaciones Públicas debe responder a las políticas de la organización, haciendo compatibles éstas con los objetivos de planes, programas y campañas.
El tema de fondo aquí es tener claro lo que dice el doctor Albert Waterston en el sentido que planear es ordenar de manera permanente, consciente y clara las acciones a tomar utilizando los medios del caso para alcanzar los objetivos. Dicho con más precisión "es la manera organizada, consciente y continua, para seleccionar las mejores alternativas y los medios disponibles para lograr determinados objetos o metas específicas".
Para ello hay que responder las preguntas: Qué hacer, cómo hacer y cuándo hacer. Quien lo hace y qué medios utilizar para hacerlo.
Todo se desprende desde ahí, de ese concepto clave, para hacer una planeación (sea plan transitorio, permanente o transferencial) de Relaciones Públicas en sus tres etapas sucesivas:
La estructura (investigación, diagnostico de la situación, decisión del tipo de plan. fijación de objetivos, selección de públicos); la etapa logística (acciones, medios, presupuesto, calendario) y la estratégica (puesta en marcha de plan, información-comunicación, control de gestión (siempre) y evaluación (periódica) y corrección.
Para tener claras algunas cosas, permítanme estas precisiones.
La políticas vienen de arriba (compras, ventas, producción, RR.PP), tienen que ver con los objetivos fijados por la organización y por ello deben ser éstas cumplidas con los subordinados.
Todo planeamiento de Relaciones Públicas debe responder a las políticas de la organización, haciendo compatibles estas con los objetivos de planes, programas y campañas.
Todo plan es flexible en diferentes niveles.
Cuando el diseñador hace ajustes porque se trazó objetivos inalcanzables y los ejecutores no pueden realizarlos o cuando ocurren circunstancia y contingencias.
Un plan puede ser temporal (una cuestión reactiva) o definitivo (estrategia para alcanzar las cosas como pasa en plan de publicidad, la selección de públicos y el uso de recursos.
Un superior no lo puede hacer todo. Tiene que delegar en otros para cumplir con eficiencia y eficacia las tareas encomendadas en los procedimientos. El subordinado puede tomarse la libertad de hacer las cosas como le parece pero sin salir de los objetivos para alcanzar las metas. La delegación de tareas equivale a la delegación de objetivos a alcanzar. Si los resultados no son satisfactorios, es urgente hacer reajustes.
Nada funciona sin método, el mismo que utilizaron Descartes, Galileo, Bacón...etc. Se usa el análisis (dividir una cosa en varias partes) o la síntesis que es lo opuesto (recomponer las partes en una cosa)
Incluso se usa para predecir el futuro sirve esto a través de los pronósticos. Por supuesto, no se puede predecir con exactitud el futuro, pero si se puede hacer una estimación de las condiciones futuras en base a datos concretos y comparativos.
Y para alcanzar ese futuro que visualizamos, que adivinamos, nos valemos de una coordinación operativa, es decir, usar a la vez medios logísticos, presupuesto, recursos humanos y alternativas frente a hechos imprevistos.
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